La publicidad incluyente además de ser una tendencia es una responsabilidad.
Las agencias de publicidad diariamente tenemos el reto de generar contenidos innovadores que impacten positivamente los objetivos de mercadeo de nuestros clientes. Del mismo modo, nos acompaña la responsabilidad de que los mensajes que construimos educen y recreen imaginarios positivos de equidad e inclusión. De eso se trata la publicidad incluyente.
Es por eso que las marcas en el siglo XXI además de tener objetivos comerciales definidos, les interesa adoptar en sus códigos de comunicación, elementos que propicien la construcción de una sociedad ecuánime, hablándole a sus audiencias de forma audaz e inclusiva, tal como lo hizo la Casa Blanca de los Estados Unidos y otras marcas, a propósito de la legalización del matrimonio gay:
As long as you are you, #ItsMillerTime. #LoveWins pic.twitter.com/k9gJNSZSAA — Miller Lite (@MillerLite) June 26, 2015
Independientemente de la postura frente a este tema, nos interesa mostrar en la publicidad incluyente una oportunidad de generar escenarios de igualdad a todos los actores de la sociedad, construyendo comunicaciones que permitan a a las marcas propiciar la dignidad de todos los seres humanos. A ese orden de ideas, a continuación les presentamos algunas campañas que nos confirman que sí es posible hacer publicidad incluyente:
- BananaRepublic le apostó a una campaña publicitaria con parejas reales homosexuales y heterosexuales
- MiuMiu de Prada, una marca tradicional y conservadora le apostó a la inclusión generando una pieza audiovisual con Lupita Nyong’o, mujer, negra y latina
- DOVE, una marca líder en el sector del cuidado y belleza, también se identifica por imaginar un mundo donde la belleza es una fuente de confianza, no de ansiedad
Esta es sólo una muestra de que la publicidad incluyente deja de ser un mito y se convierte en una oportunidad para las marcas de converger, aceptar y querer a la diferencia.