Durante varios años de trabajo creativo en los que hemos asumido la creación de marcas para pequeñas y medianas empresas, enfrentamos un panorama de incertidumbres y desatinos estratégicos en manos de gerentes y empresarios interesados en construir adecuadamente la imagen corporativa de su compañía.
Cada proyecto ha significado para nuestro equipo creativo no solo el trabajo de diseñar el logo y el conjunto de elementos visuales que constituyen una marca, sino previamente, toda una labor pedagógica con cada cliente en la que es preciso esclarecer conceptos y superar paradigmas erróneos de la imagen corporativa para facilitar el trabajo y lograr que se materialicen los objetivos.
A partir de esa experiencia, sin pretender ser concluyentes en un tema tan amplio, sentimos la necesidad de transmitir de manera sencilla las que consideramos las características esenciales de un logo bien logrado:
- Simplicidad: El logo es una abstracción de la marca, una huella, no una ilustración que represente en detalle lo que hace la empresa o el producto. Evite emplear elementos estéticos innecesarios que puedan limitar su funcionalidad.
- Recordación: Una buena pregunta para evaluar si el logo tiene buena recordación puede ser: ¿Mis clientes serian capaces de dibujarlo en un papel sin necesidad de verlo?
- Legible: Su logo debe poder leerse fácilmente. No emplee más de 2 tipografías diferentes para el nombre, este recurso transmite ideas dispersas y en algunos casos puede reflejar una personalidad de marca confusa.
- Intemporal: Un buen logo no está sujeto a las tendencias estéticas del momento, debe ser tan bueno en la actualidad como en los próximos 10 años.
- Funcional: Su aplicación debe ser sencilla en cualquier soporte visual. Piense en todas las aplicaciones que pueda tener el logo (medios virtuales, impresos, bordados)